Antes de empezar con la reparación del daño que ha sufrido el coche, es importante hacer un análisis de los daños que tiene. El objetivo de este diagnóstico es conocer el alcance del daño para lograr un resultado excelente y la mayor satisfacción posible del cliente. Además, te permitirá ser lo más eficiente posible y llegar a obtener la mayor rentabilidad.
Paso 1: identificación
En primer lugar, debes determinar marca, modelo y versión del coche. La manera más fiable de hacerlo es comprobar el número de bastidor. Otro dato que permite conocer es la fecha de fabricación. Esto te permitirá conocer el recambio necesario, puesto que, con el paso del tiempo, puede que los fabricantes cambien de componente.
Paso 2: inspección del vehículo
Acompañado del cliente, debes conocer el estado en el que se encuentra el vehículo. Él te dirá los daños que tienes que arreglar. Se trata de una primera aproximación, ya que hasta empezar a desmontar no conocerás el alcance real de los daños. En esta fase del diagnóstico, ten cuidado con los daños ocultos para no pillarte los dedos en el presupuesto.
Paso 3: lavar el coche
Para que no se te pase ninguna imperfección, debes lavar el coche. Se trata de realizar una buena limpieza de la carrocería del vehículo para que conozcas perfectamente su estado. Sin este paso del diagnóstico, puede que no obtengas un acabado de carrocería perfecto, así que no dejes de hacerlo.
Paso 4: ubicación del coche
Para pasar a la siguiente fase del diagnóstico, tienes que ubicar el coche en un sitio con muy buena iluminación. Esto te va a permitir apreciar las imperfecciones mejor. Existen diferentes técnicas, pero una de las más utilizadas es analizar al trasluz las piezas. Esta técnica te va a permitir ver la luz reflejada en la pintura y se realiza la observación de la pieza cambiándote de ángulo de visión. No olvides marcar las imperfecciones que observes.
Paso 5: examen en profundidad
Para asegurarte de que no pasas por alto algún que otro daño, puedes desmontar las piezas del coche. Para que no ocasiones ningún daño en el interior del vehículo, déjalas aparte. ¡Ah! Y no olvides proteger las partes del interior del coche que son más propensas a mancharse. Una vez está todo en orden, puedes comenzar a examinar el coche.
Paso 6: elegir el método de reparación
Antes de nada, es importante que la aseguradora o tu cliente te hayan aceptado el presupuesto. No vaya a ser que empieces a preparar, haya discrepancias y pierdas dinero. Debes elegir el método más eficaz y rápido para reparar los daños. El acabado debe ser siempre perfecto para que el pintor no tenga problemas a la hora de realizar su trabajo.
Como último consejo, te recomendamos que estés siempre al tanto de las novedades tecnológicas de las herramientas de diagnosis que van apareciendo. También, no dejes de lado la formación especializada del equipo de profesionales de tu taller. Si te ha gustado el post, compártelo. ¿Realizas algún otro paso en el diagnóstico en tu taller de chapa y pintura?