Las lijadoras son unas herramientas imprescindibles en cualquier taller de chapa y pintura
A la hora de pintar la pieza de un automóvil, el proceso de lijado juega un papel muy importante. Además de por el resultado final del acabado de la superficie, el tiempo invertido es otra de las variables que un taller debe de tener en cuenta. Rentabilidad y productividad son dos aspectos que siempre están en la mente de cualquier profesional del taller de chapa y pintura.
Complementando a las máquinas lijadoras, tenemos las lijas manuales. Estas lijas se utilizan en los retoques y en los trabajos en los que las lijadoras no tienen buen acceso (rincones o aristas). El profesional del taller puede encontrar en el mercado una gama amplia de herramientas de lijado. Sus características van a determinar su aplicación y funcionamiento en los diferentes procesos de lijado.
Motor de accionamiento
Las lijadoras tienen un motor que puede ser accionado a través de corriente eléctrica (lijadoras eléctricas) o a través de aire a presión (lijadoras neumáticas).
- Lijadoras eléctricas. Solo necesitan una toma de corriente para su funcionamiento y algo más baratas que las neumáticas. Sus inconvenientes son su mayor peso, el ruido que hacen y que pueden calentarse tras un trabajo continuado.
- Lijadoras neumáticas. Son más manejables que las eléctricas, ya que son menos pesadas, no suelen calentarse al realizar trabajos continuados y se conectan a un compresor. Aunque su coste es más elevado que las eléctricas, su tiempo de vida útil es mayor.
Movimiento que imprimen a la lija
En función del movimiento que imprimen a la lija, podemos distinguir las lijadoras rotativas, lijadoras orbitales y lijadoras rotorbitales.
- Lijadoras rotativas o radiales. Trabajan de una forma muy rápida y agresiva, siendo perfectas para trabajos pesados, como en metales. Transmiten un movimiento rotativo sobre un eje fijo a la hoja. Su inconveniente es que generan mucho calor y su dificultad para el lijado en plano. Se aplican principalmente en la limpieza de corrosión y el decapado de pinturas.
- Lijadoras orbitales. Transmiten un movimiento de una órbita en torno a un eje fijo. Son perfectas para el lijado de superficies grandes y planas. Se aplican en el lijado de masillas y en cualquier lijado de áreas planas.
- Lijadoras roto-orbitales. Al adquirir un movimiento que combina los otros dos anteriores (rotativo y orbital), es la que más se usa. Se trata de un movimiento rotativo en torno a un eje de giro y el propio giro de dicho eje. Son fáciles de trabajar, muy manejables y generan poco calor. Se adaptan a casi cualquier tipo de superficies.
Diámetro de la órbita
En las características técnicas de la máquina se indica el diámetro de la órbita que se debe emplear. Lo que indica este diámetro es el grado de agresividad que ejerce en la abrasión. De esta forma, un mismo grano de lija, en función de la órbita, se conseguirá un trabajo de mejor calidad en un mayor tiempo o un trabajo más rápido de peor calidad.
Los más frecuentes son los diámetros de 2.5, 3, 4, 5, 6, y 7 mm. En esta imagen te dejamos nuestras recomendaciones para las diferentes fases:
- Decapado y lijado de masillas
- Afinado de masillas
- Lijado de imprimación
- Acabado
- Opcional: difuminado y matizado
¿Qué máquina lijadora usas más en tu taller? No te pierdas el próximo post en el que seguiremos hablando sobre más características que tienes que tener en cuenta sobre las lijadoras.